Empecé a hacer lejía de ceniza hace siete años a raíz de la necesidad de gestionar las cenizas de mi chimenea. Impresionada por su eficacia, me he dedicado desde entonces a investigar acerca de sus orígenes, su composición, la manera más sencilla de obtener un producto de calidad y he profundizado en sus diferentes usos y dosificaciones.
He ahorrado cientos de euros en productos de limpieza y he reducido mi consumo de envases plásticos a la vez que reciclo las cenizas de la chimenea.
Ofrezco talleres de elaboración de lejía de ceniza para que todas las personas que dispongan o puedan disponer de cenizas de sus estufas o chimeneas tengan la oportunidad de transformarlas en un producto de gran utilidad.